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El tabaquismo es la adicción al consumo de tabaco, algo que provoca efectos negativos en la salud. Se trata de una enfermedad crónica, adictiva y que tiende a recaídas.
El consumo de tabaco de forma habitual puede producir diferentes afecciones, como cáncer, enfermedades cardiovasculares y respiratorias, y es particularmente perjudicial durante el embarazo. El tabaquismo contribuye a un deterioro general de la salud y puede causar discapacidades.
La Organización Mundial de la Salud define al tabaquismo como una epidemia.
Como hemos dicho, el tabaco produce multitud de enfermedades, entre las que se encuentran las respiratorias, del corazón y cáncer.
Según datos de la OMS, el tabaco es la primera causa de invalidez y muerte prematura, y la primera causa de muerte evitable a nivel mundial. Más de 8 millones de personas fallecen cada año como consecuencia del tabaco, de las cuales casi el 20% son fumadores pasivos.
Los fumadores que dependen significativamente de la nicotina deben considerar su reemplazo o la terapia con medicamentos para ayudarles a dejar de fumar. Los signos de dependencia severa son:
- Fumar más de una cajetilla al día
- Fumar dentro de cinco minutos de haberse levantado
- Fumar incluso mientras está enfermo
- Despertarse por la noche para fumar
- Fumar para aliviar los síntomas de la abstinencia
Cuantos más de estos signos apliquen a su caso, más severa será la dependencia.
Son medicamentos para la terapia de reemplazo de la nicotina. Existen distintos tipos para ayudar a dejar de fumar, aunque hay personas que incluso consiguen dejar de fumar sin necesidad de tratamiento.
La terapia de reemplazo de nicotina puede usarse como complemento a un tratamiento complementario recetado por el médico o por sí misma. Muchos estudios han demostrado que usar la terapia de reemplazo de nicotina puede casi duplicar las probabilidades de dejar de fumar de manera exitosa.
La nicotina se une a los receptores del placer produciendo satisfacción, haciendo que surja una dependencia física de esta.
Al dejar de fumar puede producirse un síndrome de abstinencia, por lo que la terapia de reemplazo de nicotina proporciona esta en forma de goma de mascar, parches, sprays nasales, inhaladores o comprimidos para chupar. Esto elimina el resto de los elementos dañinos del tabaco y disminuye el síndrome de abstinencia, permitiendo al paciente centrarse en superar el habito o dependencia emocional.
- Chicles de nicotina: son un método de reemplazo de acción rápida muy conocida. Puede comprarse sin receta, y se encuentran disponibles en concentraciones de 2 mg y 4 mg con distintos sabores.
- Comprimidos de nicotina: el formato pastillas viene en dos concentraciones de 2 y 4 mg para que los fumadores puedan escoger su dosis según su nivel de dependencia.
- Parches de nicotina: es un método muy cómodo, ya que se encargan de liberar una pequeña dosis a través de la piel. El fumador irá disminuyendo su nivel de dependencia a medida que vaya cambiando a parches con un menor nivel de nicotina.
- Sprays de nicotina: es un método muy útil, aunque quizás menos conocido. Se presenta en forma de sprays o dispensadores de nicotina en distintas dosis para ayudar a dejar de fumar.
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