Existen una serie de riesgos cardiovasculares que se pueden reducir o controlar para evitar, en la medida de lo posible, las enfermedades que afectan a la salud del corazón y el sistema circulatorio. En este artículo veremos más sobre ellos.
Qué es el riesgo cardiovascular
Conocemos como riesgos cardiovasculares las probabilidades que una persona tiene de padecer una enfermedad de esta índole en un determinado plazo de tiempo. Esto, además, depende del número de factores de riesgo que esa persona tenga asociados.
Cuáles son los factores de riesgo
Hoy en día, podemos clasificar los distintos factores de riesgo en dos tipos:
-
No modificables.
- Edad.
- Sexo.
- Herencia genética.
-
Modificables.
- Hipertensión arterial.
- Colesterol.
- Diabetes.
- Tabaquismo.
- Sedentarismo.
- Obesidad
Veámoslos uno a uno.
Edad
El corazón de una persona envejece al mismo tiempo que ella. Como consecuencia, las personas de edad avanzada son quienes sufren la mayor parte de las cardiopatías.
Tanto es así que la Fundación Española del Corazón indica que a partir de los 40-45 años se duplican los casos de insuficiencia cardíaca.
Sexo
El sexo es un factor de riesgo clave, pues en los hombres la predisposición es mayor que en las mujeres. Los especialistas indican que esto es debido a que las hormonas femeninas ejercen un efecto protector.
Sin embargo, una vez aparece la menopausia, se produce un aumento del índice de las enfermedades cardíacas.
Herencia genética
En las últimas investigaciones se ha observado que hay cierta correlación en las patologías cardiovasculares entre los miembros de una familia.
Por este motivo, se considera que existe un indicio de causa genética en contraer estas enfermedades.
Hipertensión arterial
Se considera hipertensión arterial cuando supera los 140/90 mm de Hg, y esta enfermedad es uno de los principales problemas de salud pública en los países desarrollados.
Además, quienes poseen unos valores entre 130/80 y 139/89 tienen el doble de riesgo de desarrollarla. La hipertensión arterial es sencilla de detectar, aunque es una enfermedad asintomática.
No obstante, sus complicaciones son graves e incluso letales si no se tratan a tiempo. En el 90 % de los casos se produce por una causa desconocida, aunque con una fuerte influencia genética o hereditaria.
Colesterol
Entre los riesgos cardiovasculares, la hipercolesterolemia quizás es uno de los factores más importantes. Así, quienes tienen en sangre un nivel que supera los 240 mg/dl cuentan con el doble de riesgo de sufrir un infarto que quienes tienen un nivel de 200 mg/dl.
Del mismo modo, cuando las células no tienen la capacidad necesaria para absorber todo el colesterol, este se adhiere a las paredes de las arterias. Como consecuencia, se estrechan y se forma la arteriosclerosis.
Diabetes
La prevención de esta patología es esencial, pues quienes la padecen tienen un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. El motivo principal es que se elevan los niveles de glucosa en sangre, se deterioran los vasos sanguíneos y se acelera la arterioesclerosis.
Asimismo, la diabetes es un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cerebrovasculares.
Tabaquismo
Las personas fumadoras tienen el triple de riesgo de padecer una patología cardiovascular que aquellas que no fuman.
Esto lo convierte en el factor de riesgo más importante. De hecho, la Fundación Española del Corazón indica que la posibilidad de sufrir una enfermedad de estas características es proporcional al número de cigarrillos que se fuman a diario y del número de años que se tiene este hábito.
Sedentarismo
El sedentarismo está instaurado en el modo de vida occidental entre la población general. Por ello, se impulsan por las diferentes Administraciones cambios en el estilo de vida, puesto que se ha comprobado su relación con la mortalidad cardiovascular.
Entre quienes la ausencia de ejercicio físico es una constante, es habitual tener un mayor riesgo de padecer enfermedades respiratorias, aterosclerosis e hipertensión.
Obesidad
La obesidad es un factor de riesgo para diferentes tipos de enfermedades. En el caso de las cardiovasculares también juega un papel clave.
Cuáles son los síntomas de las enfermedades cardiovasculares
La sintomatología asociada depende del o de los riesgos cardiovasculares. No obstante, no se puede olvidar que una enfermedad cardíaca puede estar presente sin tener ningún tipo de manifestación.
Aun así, los síntomas habituales de las enfermedades cardiovasculares son:
- Dificultad para respirar.
- Entumecimiento u hormigueo de brazos, hombros, cuello, espalda o mandíbula.
- Dolor en el pecho.
- Mareos.
- Confusión.
- Dolor de cabeza.
- Náuseas y vómitos.
- Sudoración.
- Aturdimiento.
- Fatiga y cansancio.
- Hinchazón en las extremidades inferiores, el cuello o el estómago.
Cómo prevenir o reducir los riesgos cardiovasculares
Antes de nada, hay que recalcar que los factores de riesgo cardiovascular que se pueden prevenir son los modificables. Para ello, es necesario cambiar el estilo de vida, cuidar la alimentación, abandonar el sedentarismo y tener hábitos saludables.
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Por otro lado, cuenta con un efecto antioxidante que previene los daños que causan en el organismo los radicales libres.
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