La mejor rutina facial para la piel atópica

La mejor rutina facial para la piel atópica

La rutina facial para una piel atópica no puede ser la misma que para una que no sufre de rojeces, eccemas, rosácea o dermatitis. Por este motivo, cada vez son más los laboratorios que diseñan productos específicos para cubrir este tipo de necesidades.

¿Qué tener en cuenta en las rutinas beauty para pieles atópicas?

Cuando las temperaturas exteriores bajan, suelen ir acompañadas de viento y humedad. Esto tiene un impacto negativo en las pieles con ciertas afecciones, ya que puede aumentar la sequedad, la picazón y el enrojecimiento. La solución pasa por instaurar una rutina facial suave, pero efectiva, con la que aliviar estos síntomas. ¿Por qué «suave»? Porque, a largo plazo, utilizar activos potentes puede sensibilizar todavía más la dermis. Entonces, ¿cuáles serían los mejores aliados para cuidar un cutis atópico? En este caso, lo adecuado es apostar por principios activos dirigidos a proteger la barrera de la piel y evitar la pérdida de humedad. Hablamos, por supuesto, de ceramidas y también del ácido hialurónico. Por otro lado, podemos usar diversos activos como el ácido azelaico, que se caracteriza por sus propiedades antiinflamatorias y antienrojecimiento. Del mismo modo, este componente es muy útil para igualar tanto la textura como el tono de la dermis. En definitiva, con los ingredientes idóneos lograremos una perfecta rutina facial para una piel atópica. Por este motivo, tienen relevancia tanto los que se escogen como los que se descartan. Nuestra recomendación es obviar los productos a base de alcohol o que incluyan perfumes. Igualmente, a este tipo de pieles no les conviene utilizar exfoliantes que sean muy agresivos. Por el contrario, es preciso apostar por artículos cuyas formulaciones no incorporen componentes con estas características.

Consejos básicos para cuidar una piel atópica

Las personas que tienen la piel atópica deben evitar el contacto con agua caliente y durante demasiado tiempo; es preferible que esté tibia. A la hora de secarse, no deben frotarse con toallas al uso, sino más bien hacerlo con ligeras presiones y con una toalla muy suave. Por otra parte, deben esquivar las altas temperaturas de la calefacción en los meses fríos, pues el contraste puede provocar picor y sequedad.

Rutina facial para una piel atópica

A continuación, vamos a ver los 3 pasos más importantes en una rutina facial para una piel atópica.

1. Limpieza o higiene de la piel

En primer lugar, hay que diferenciar los cuidados de higiene que se realizan en el cuerpo y los del rostro. El motivo principal es que la exposición a los agentes externos (humedad, frío o radiación solar) no es la misma. Por eso solo vamos a centrarnos en el rostro. Es aconsejable lavar la cara dos veces al día, lo adecuado sería por la mañana y por la noche. En el caso del resto del cuerpo, con una bastaría. Lo que sí es común es hacerlo con productos apropiados para el tipo de cutis de cada persona. Las pieles atópicas necesitan artículos de higiene que respeten la integridad de la barrera cutánea. Su característica principal es la sequedad y la sensibilidad, por tanto, requieren de un aporte de hidratación externo. Por ejemplo, podemos utilizar Eau Thermale Avène Xeracalm A.D. Aceite Limpiador Relipidizante. Este limpiador combina agentes limpiadores y agua termal para deshacernos de las impurezas e, incluso, el maquillaje. Tras emplearlo, la dermis estará limpia, suave y cómoda, pues este aceite limpiador respeta el microbioma cutáneo. Asimismo, no lleva jabón, ni fragancia y está formulado para estimular las defensas de la piel y minimizar el picor gracias a su complejo L-modulia. Repara, nutre y fortalece la película protectora del cutis al tiempo que lo protege de los efectos desecantes del agua. Tras esto, se puede aplicar un tónico o agua termal para preparar la piel para el siguiente paso.

2. Hidratación de la piel

Tras la higiene del rostro, debemos emplear un producto emoliente e hidratante. La forma correcta de hacerlo es aplicando en la palma de la mano una pequeña cantidad para calentarlo y luego extenderlo. De este modo, se garantiza la máxima absorción de los activos. Uno de los productos que podemos usar tanto para la cara como para el cuerpo es La Roche Posay Lipikar Leche Corporal. Aporta a la piel un duradero efecto de hidratación y la mantiene en óptimas condiciones. Es perfecta para las que son sensibles y secas. Además, no deja un acabado graso ni pegajoso, dado que su textura es de fácil absorción. Entre sus ingredientes destacan la niacinamida, la manteca de karité y el agua termal. La primera alivia el picor y favorece la acción de otros ingredientes, la manteca restaura la barrera hidrolipídica y el agua termal aporta un efecto calmante y remineralizante. Después, es fundamental aplicar un producto emoliente e hidratante, sobre todo, si hay un brote. En el caso del rostro, suelen aparecer eccemas en los párpados. Por ello, utilizar Ducray Dexyane Med Palpebral es buena idea, ya que puede ayudar a aliviar los síntomas de manera inmediata y a prevenir la reaparición. Por otro lado, si se tiene un picor o un brote en cualquier momento, se puede, asimismo, aplicar Exomega Control Spray. Este artículo es idóneo para calmar los síntomas. Evita el rascado hasta 48 horas y lo pueden usar desde bebés hasta adultos. De igual modo, se aplica de una forma sencilla y rápida tanto en el rostro como en el resto del cuerpo y está elaborado con ingredientes naturales. Perfecto para llevar siempre a mano y calmar la dermis en cualquier situación.

3. Protección de la piel

Un cutis sano y sin alteraciones debe protegerse de la radiación solar a diario, por tanto, una dermis dañada y muy sensible debe hacerlo con más motivo. Incorporar un factor de protección solar en la rutina facial para una piel atópica es fundamental. Aunque algunos días parezca que no hay sol, no hay que olvidar su uso. Debemos protegernos de él los 365 días, ya que es uno de los agentes que más pueden dañar la piel. Ya no hay excusas para no utilizar una rutina facial para una piel atópica como esta.