El sueño, el estrés y el nerviosismo: Como la bebida y la comida, el sueño es una de las necesidades básicas del ser humano. El sueño es una actividad activa en la que tienen lugar importantes procesos de regeneración y reposo. El cerebro, durante el sueño, “procesa” lo aprendido durante el día (lo ordena). También se agregan varias sustancias que incrementan las defensas naturales.
Las repercusiones de la falta de sueño pueden provocar trastornos físicos y psíquicos como la falta de claridad, concentración en la cosas, apatía y la somnolencia durante el día, irritabilidad y mal humor, aumento de estrés y ansiedad.
Para conseguir un sueño reparador y recuperador es necesario que las exigencias cotidianas o la presión de nuestro entorno no nos afecten en forma de estrés o nerviosismo, si no, no conseguiremos obtener la calidad de sueño necesaria por nuestro organismo.
En conclusión, el estrés y nerviosismo pueden provocar ansiedad y trastornos del sueño, a la vez que un sueño no reparador puede provocar cualquier tipo de trastorno físico y psíquico.